Tras las exitosas series televisivas Isabel y Carlos, Rey Emperador –meritorio esfuerzo didáctico y artístico para acercar la historia de España a un público amplio–, llega un largometraje puente entre ambas, que se estrena en cines. Una inteligente jugada que se justifica por el esfuerzo en la producción: las imágenes y la dirección artística son vistosas, empezando por el arranque, con el cortejo fúnebre que conduce el cuerpo de Isabel la Católica a Granada.
El film de Jordi Frades se estructura en torno al relato del cardenal Cisneros al infante Fernando sobre el reinado de su abuelo, tras morir Isabel. Así conocemos la inestabilidad que sigue a la muerte de Isabel: las intrigas palaciegas en Castilla y Flandes, en torno a la proclamació…
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