El feminismo (en una versión bastante razonable) ocupa un lugar preferente en esta historia escrita por el matrimonio Gordon-Kanin, que pasa revista, con un delicioso sentido satírico, a un montón de asuntos relacionados con el matrimonio y las aportaciones de las mujeres a ámbitos laborales hasta ese momento netamente masculinos. Si pensamos que la cinta se estrenó en 1949, nos daremos cuenta de su modernidad. En la película, un fiscal y una abogada forman una pareja encantadora. Un litigio en el juzgado desencadena la guerra, profesional y doméstica.
Tracy y Hepburn son dos instrumentos solistas perfectamente afinados que arrastran a la excelente orquesta en la que se integran para lograr una actuación exquisita, en la se puede considerar como una de las screwball comedies más conseguidas. Es especialmente llamativo el ritmo que logra Cukor, salpicado de situaciones logradísimas que desembocan en un desenlace divertido, tierno… y tremendamente ingenioso.