La gran calabaza

TÍTULO ORIGINAL Il grande cocomero

GÉNEROS

Directora: Francesca Archibugi. Intérpretes: Sergio Castellitto, Alessia Fugardi, Anna Galiena.

No conozco su primera película, Mignon è partita, pero sí la segunda, Verso sera, espléndida excepción a un panorama de cine italiano hoy con poco relieve. Y no rompe Francesca Archibugi (1960) con la tradición del memorable realismo (neo) italiano: la actualiza. Se ve que los asuntos infantiles y juveniles le tocan de cerca; en ésta le hieren: La gran calabaza es la historia de una niña enferma y de un psiquiatra humano, que escucha y comprende, y ama. Parece un documental y parece un cuento real. Un documental casi naturalista que se adentra en un pobre hospital infantil, y un cuento de desgarro y ternura, de dolor y luz.

Aun tratándose de una visión de emociones, muchos elementos impiden la blandura: ese distanciamiento tipo documental, exposición de hechos sin demasiadas explicaciones, razones sólo apuntadas, secuencias breves, un diálogo medido (Archibugi es también la guionista), una actuación desdramatizada, casi fría, siempre seria.

Más importante que la anécdota es lo que está detrás: la enfermedad de una niña, quizá provocada y sin duda fomentada por unos padres que no aman ni se aman. La abnegada entrega del psiquiatra a sus enfermos, casi como una obligación moral, tal vez inconsciente, por sus ya irreparables errores de padre y marido. Bastante es, mucho.

Una buena historia sin aliento interior puede quedarse en algo tedioso. A Archibugi no le falta aliento, que aquí es amor por los niños, una visión clara de ciertos grandes valores morales, y también religiosos. Nada común en tanto cine actual. Y todo ello bien entramado, bien dirigido, conseguido.

Castellitto y Fugardi hacen respectivamente un psiquiatra y una niña enferma más que convincentes. Pero todos los personajes tienen fuerza y definición; como el deseo de ser feliz, esperada meta de una felicidad sin límites, que se simboliza en La gran calabaza: la de Linus, ese niño ingenuo del cómic de Schultz.

Pedro Antonio Urbina

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