Empieza la I Guerra Mundial, y mientras Alemania invade Francia, cuatro amigos se quedan solos en un orfanato. Son los Lulus y tienen entre 10 y 15 años. Comparten las dos primeras letras de sus nombres y el afán de supervivencia, pero cada uno tiene un ingenio muy diferente para resolver los conflictos diarios en medio de la contienda.
Yann Samuell es un director y guionista francés acostumbrado a desarrollar personajes adolescentes e infantiles en circunstancias de prueba (Saving Lisa, Ma mère, le crabe et moi, La guerre des boutons). El viaje que propone en esta ocasión lleva a los protagonistas a recorrer media Europa en busca de un país en paz. La trama tiene giros y momentos emotivos para llevar al espectador, más joven que adulto, a un entretenimiento de casi dos horas.
El diseño de producción y la fotografía están muy cuidadas para ser una recreación histórica de coste más bien bajo. En el casting convencen más los actores infantiles que los adolescentes, y al guion de Samuell se le echa en falta un sentido del humor más agudo y una definición de personajes mejor desarrollada. Aun así, es una película para un público amplio que dibuja un retrato muy optimista de la amistad y la familia.