Irene vive en un centro de menores y se acaba de quedar embarazada a los 15 años. Su tutor (Javier Gutiérrez) le ofrece la posibilidad de vivir el embarazo en un lugar idílico con la condición de entregar el bebé nada más nacer a él y a su mujer.
Manuel Martín Cuenca aprovecha al máximo la sierra de Jaén para enmarcar una historia extraña de tensión creciente que cuesta creerse de principio a fin. El trabajo de interpretación de Javier Gutiérrez (Campeones) y Patricia López Arnaiz (La línea invisible) logra hacer bastante creíble y amable a este matrimonio sin hijos, a pesar del perverso plan que han ideado. Más difícil es entender la lógica de la adolescente, que parece obedecer simplemente a la necesidad de giros argumentales que mantengan el interés de la trama. Tampoco favorece mucho la interpretación de la primeriza Irene Virgüez, que cambia de discurso y registro dramático con demasiada frecuencia.
Una vez más, el almeriense Manuel Martín Cuenca (Malas temporadas, La flaqueza del bolchevique) ofrece escenas de muy buen cine acompañadas de algunos tramos innecesarios que, en este caso, alargan un metraje excesivo.