Director: Sydney Pollack. Guión: Charles Randolph, Scott Frank y Steven Zaillian, a partir de una historia de Martin Stellman y Brian Ward. Intérpretes: Nicole Kidman, Sean Penn, Catherine Keener, Jesper Christensen, Yvan Attal, Earl Cameron, George Harris, Michael Wright. 128 min. Jóvenes.
Tras seis años de ausencia como director, el veterano Sydney Pollack vuelve a las andadas con un «thriller» que quiere enlazar con «Los tres días del cóndor», rodada hace justamente treinta años. El punto de partida puede parecer más o menos convencional: una mujer, traductora en Naciones Unidas, escucha casualmente una conversación sobre un complot para intentar asesinar al presidente de un imaginario país africano. Uno de los agentes encargados de velar por la seguridad en la ONU duda acerca de su historia; sobre todo cuando averigua que ella se encuentra emocionalmente implicada en la tragedia de ese país, sometido a una intolerable tiranía.
Más allá de la anécdota de que por primera vez se ha rodado un film de ficción en la ONU -algo que no logró Hitchcock en «Con la muerte en los talones»-, estamos ante una obra hecha con oficio, cuyo guión ha sido pulido por muy buenos profesionales. Una vistosa producción y un par de actores de la categoría de Nicole Kidman y Sean Penn configuran un digno producto de estudio, uno de esos entretenimientos que Hollywood debería ofrecernos más a menudo. Hay momentos de tensión plenamente logrados (es brillante la secuencia del seguimiento cruzado de dos personas, que culmina en un autobús), pero también una visión algo reduccionista de los problemas que padece África. No era quizá la misión del film adentrarse en la compleja política de ese continente, pero el dibujo del presidente y sus opositores podría haber sido menos convencional.
José María Aresté
