Curiosa ficción finlandesa que cuenta cómo surgió y cómo continuó la tradición de los regalos de Navidad y, muy especialmente, la historia de su pintoresco repartidor. La película tiene un tono realista, que destaca las cualidades humanas de amistad, solidaridad y generosidad de todos los habitantes de un pequeño pueblo. Desconcierta la ausencia de humor, que se echa en falta especialmente porque la película está destinada a gente menuda.
La película tiene un reparto encantador -a la altura de su mensaje de amistad y generosidad- y unas localizaciones muy hermosas: montañas, bosques, lagos, renos y nieve retratados tal como son, lejos de la afectación y la falsa nieve que suelen aparecer en las películas de Hollywood.
La historia es la racionalización de una leyenda, y el guión se empeña en explicarlo todo de forma lineal, sin sorpresas, con un déficit de emoción. Sólo al final interviene un poco la fantasía, y eso desconcierta. Hay un bello y emotivo ritornello cuando Nicolás lleva, cada año, un regalo a su hermana, y un intento de dramatización, al introducir la historia del buhonero de forma que recuerda las desventuras de Oliver Twist, pero la trama recupera en seguida su tono sin sorpresas y sabe a poco.
Con todo, es una película bonita, tierna y generosa, adecuada para estas fechas; aunque tristona para los muy pequeños.
