Hace cuatro años se estrenó una película, Liga de la Justicia, de la categoría “si te vi, no me acuerdo”. Al morir Supermán, los superhéroes deprimidos se confinan en sus traumas. La calle queda en manos de los Malos Malísimos que llegan en tropel por ventanas siderales teserácticas (si usted no sabe qué fuera o fuese un teseracto, puede alegrarse al cubo del tiempo ahorrado).
Zack Snyder ha visto la ventana abierta para colar en HBO una versión de cuatro horas con el material que muy sensatamente los dueños de la Warner decidieron quitar en 2017. El resultado es una película –o una miniserie– tan cansina, elemental y boba que es difícil de superar.