Margaret es una durísima ejecutiva en una poderosa editorial. Andrew, su sufrida mano derecha, lo aguanta todo con tal de que ella publique “su libro”. Hay problemas administrativos y los servicios de inmigración quieren devolver a Margaret a su país: Canadá. Para evitarlo, ella declara que está comprometida con Andrew, quien acepta a cambio de que la editorial publique un libro escrito por él.
La proposición es una agradable comedia romántica, previsible pero eficaz en su desenvoltura y gracejo. Está hecha a la medida de Sandra Bullock, una buena actriz que suele perder el favor del público en cuanto se aleja de este registro. El guión es convencional -de dos personajes contrapuestos obligados a convivir-, y muchos de los gags no son especialmente originales. Pero no importa, ya que la película tiene un encanto particular, el de sus dos protagonistas, bien acompañados por Mary Steenburgen y la veterana Betty White (87 años). Hay química en la pareja protagonista, que es lo que importa en este tipo de películas, y diálogos y situaciones divertidas. El conjunto se enturbia por dos escenas groseras que casan muy mal con el tono general de la cinta. Anne Fletcher (27 vestidos) es la muy convencional directora, y el guión es el primero de Peter Chiarelli.