Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 96/13
Walter Mitty es un hombre gris. Trabaja revelando negativos en la revista Life y se evade de su monótona existencia imaginando que protagoniza las aventuras que reflejan las impresionantes fotografías de portada del magazine. Ben Stiller dirige y protagoniza este remake –la cinta original es de 1947– que, con una estética muy similar a la del cine de Michael Gondry, es un ejemplo de película imperfecta… y eficaz.
El guion, centrado en las aventuras de Mitty para encontrar una foto para la portada y ganarse el afecto de la chica, es descompensado y acumulativo, se empantana en algunos momentos y le falta cierta coherencia. La omnipresencia de Stiller tampoco juega a su favor…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.