La inglesa Katherine Newbury (Emma Thompson) es la popularísima, hiperpremiada y prepotente presentadora de un veterano talk-show nocturno en una gran cadena estadounidense. Pero las audiencias comienzan a bajar, y su jefa amenaza con cancelar el programa a final de temporada. Su productor ficha a Molly Patel (Mindy Kaling), una joven de origen indio, sin experiencia televisiva, pero fan del programa y sin ningún filtro para decir lo que piensa.
El principal aliciente de la cinta es la sensacional interpretación de Emma Thompson. Además, su química con Kaling es perfecta, y el resto del magnífico reparto mantiene un alto nivel interpretativo. Eso da entidad a una tragicómica visión de la vida actual, certera en sus duras críticas al modelo individualista de triunfo a cualquier precio, a la deshumanización del trabajo e incluso a ciertos excesos del feminismo radical, en una bella subtrama de matrimonio.
El problema es que todo esto se articula en un guion demasiado irregular y a ratos previsible, superficial respecto al sexo, con alguna puntada ideológica y sectaria y, sobre todo, mucho menos gracioso de lo que cabría esperar.
Jerónimo José Martín
@Jerojose2002