Dave ha pasado de los treinta y sigue siendo un inmaduro que aspira a triunfar en una banda como guitarrista y cantante de “heavy”. La película comienza cuando su novia le manda a paseo y se traslada a vivir con su hermana y su sobrino Felix. Al día siguiente, atraído por la maestra del niño, miss Caroline, se comporta como el ejemplar tío de Felix y acompaña a la infantil tropa de excursión a una granja escuela. Cerca de la granja, en una instalación militar norteamericana, se producirá un accidente y de allí saldrán unos zombies que invadirán toda la zona donde están los niños.
La señorita Caroline está preocupada por salvar a los niños y evitarles un trauma; recurre al expediente Benigni en La vida es bella: hacer creer a los críos que todo es parte del juego. Dave, que al principio sólo piensa en salvar su piel, aprende a preocuparse de los demás. El problema está en que los zombies son muy reales y las masacres realmente sangrientas. El contraste entre la inocencia y el gore es deliberado, pero no será del agrado de todo el mundo. Y el personaje de Dave, protagonista de la historia, no resulta atractivo hasta bien avanzada la película.