La esposa de un famoso investigador estadounidense cree sufrir en su propia casa el acoso del atormentado fantasma de una mujer, asesinada en extrañas circunstancias. Su obsesión pondrá en peligro la paz conyugal.
En cuanto a la puesta en escena y a la dirección de los magníficos actores con que ha contado, Robert Zemeckis (Regreso al futuro, Forrest Gump) resuelve bien su descarada imitación del maestro Hitchcock, de modo que logra una inquietante atmósfera de intriga y un cierto vigor narrativo. Pero nunca logra disimular –sobre todo en el excesivo y tópico desenlace– las numerosas trampas del guión ni sus superficialidades espiritistas.