Director: Mike Nichols. Intérpretes: Jack Nicholson, Michelle Pfeiffer, James Spader.
Will (Jack Nicholson) es un editor que va a ser arrinconado a causa de las intrigas de un compañero. Una noche de luna llena, atropella a un lobo, éste le muerde, y Will sufre extrañas transformaciones que no puede controlar: se le agudizan sus sentidos, su astucia, su apetito sexual. Esto le decide a llevar a cabo una singular venganza.
Lo más original es el punto de partida: situar al mítico hombre lobo en un entorno urbano contemporáneo, y hacer un paralelismo entre él y el típico yuppie depredador. Pero esta historia romántica de poco calado no da para las dos horas que dura el film. Mike Nichols (El graduado, A propósito de Henry) ha destacado los supuestos aspectos metafóricos de la película sobre el lado más oscuro del hombre. Pero no es más que un mero producto comercial diseñado al milímetro: actores populares, un par de sustos efectistas, humor irónico, erotismo latente. Sí se agradecen los efectos especiales, eficaces por su discreción.
José María Aresté