James Mangold dirige con pulso firme la mejor de las películas generadas alrededor del universo X-Men de Marvel. Con tono crepuscular, imagina un futuro cercano de tintes apocalípticos donde los mutantes son poco menos que una especie en extinción. Lobezno-Logan ejerce de chófer de limusinas y cuida a un profesor Xavier nonagenario que sufre frecuentes ataques ligados a sus poderes mentales. La aparición de una mujer mexicana con una niña destapa un proyecto ultrasecreto y la posible existencia de Edén, un lugar que alberga a jóvenes mutantes.
Aunque violenta –y algunas acciones tienen a la niña Laura como protagonista–, destaca un guion de hierro y no falta la acción espectacular de tipo fantástico. Con formato de road-movie, el “viaje de los héroes” alterna dicha acción con escenas que subrayan la añoranza del hogar y la familia como remansos de paz. Una idea remachada por la cita explícita al western clásico Raíces profundas.