Amable melodrama sobre tres hermanos muy unidos. Todos han cumplido los 40 y acumulan errores y fracasos en sus relaciones familiares. El actor Jean-Paul Rouve dirige e interpreta su cuarta película, que coescribe con el novelista David Foenkinos, conocido especialmente por La delicadeza, una película que sin ser especialmente brillante era distinta.
La historia, cotidiana y sencilla, prescinde de los ya muy vistos conflictos extravagantes (Norte-Sur, bodas en las que afloran las rencillas, etc.). Rodada con sencillez y montada de manera que fluye a un ritmo más ágil de lo común en el cine contemporáneo francés de este género, la película se ve bien aunque sobran 15 minutos de metraje. Los actores componen personajes cercanos que evitan ese empalago histriónico que padecen muchas comedias francesas similares. Aunque está presente esa simpleza naif tan propia de los relatos de Foenkinos, se agradece su elegancia y que evite el cinismo o la frivolidad de que hagas lo que hagas todo va a ir bien…