Divertida cinta de acción que reúne a los veteranos que han dominado durante décadas el subgénero de las películas protagonizadas por actores de pocas palabras y muchos puñetazos, que golpean sin descanso a todo el que se ponga por delante.
Teniendo en cuenta lo horriblemente mala que fue la primera entrega de esta saga, sorprende encontrarse con una película divertida, sin pretensiones y con un logrado tono de autoparodia del que se hace un uso inteligente y medido.
La historia no es nada del otro mundo, pero es eficaz y proporciona la excusa para que cada uno de los veteranos actores tenga su “momento”. Los correspondientes a Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis y Chuck Norris son muy divertidos. Sylvester Stallone funciona como líder del grupo, seguramente porque, con Richard Wenk (16 calles), ha escrito el guión.