Los que se quedan
8/10Valoración

Los que se quedan

TÍTULO ORIGINAL The Holdovers

PRODUCCIÓN EE.UU. - 2023

DURACIÓN 133 min.

DIRECCIÓN

GÉNEROS

PÚBLICOJóvenes

contenidos

Ritmo : ⚪⚫⚫
Amor: ⚪⚪⚪
Lenguaje Soez: ⚪⚫⚫
Humor: ⚪⚪⚫

ESTRENO03/01/2024

PREMIOS Oscar a la Actriz de reparto (Da’Vine Joy Randolph). 2 Globos de Oro: Actor de comedia (Paul Giamatti) y Actriz de reparto (Da’Vine Joy Randolph)

Su propio título original afirma la condición marginal de este último largometraje de Alexander Payne, con ecos clásicos de Adiós, Mr. Chips o El Club de los Poetas Muertos. Ya ha ganado varios premios de la crítica y opta ahora a los Globos de Oro a mejor película y actor (Paul Giamatti) de comedia o musical, y a mejor actriz de reparto (Da’Vine Joy Randolph). Su estatus alternativo es similar al de los otros filmes de este original cineasta nacido en Omaha (Nebraska) en 1961, quizás el mejor francotirador del Hollywood del siglo XXI, al que le gusta hacer arte con los restos, con los que se quedan después de meter a los demás en su respectivo frasco, arquetipo o cliché. Basta recordar los abigarrados retratos humanos que ha ofrecido en A propósito de Schmidt (2002), Entre copas (2004), Los descendientes (2011), Nebraska (2013)…

Aquí se lleva la acción al prestigioso internado masculino Barton, en Nueva Inglaterra, durante la Navidad de 1970. Todos marchan con sus familias a pasar esas fiestas entrañables, menos los restos, o sea, varios chavales que no tienen con quien ir, la cocinera afroamericana Mary Lamb (Da’Vine Joy Randolph) –cuyo único hijo, exalumno de Barton, acaba de morir en la guerra de Vietnam– y Paul Hunham (Paul Giamatti), un profesor de Historia Antigua, solterón, exigente y cascarrabias, que ha irritado al director del colegio por no ceder a las presiones de una rica familia benefactora. Por un hecho inesperado, al final solo se queda un alumno: Angus Tully (Dominic Sessa), un tipo inteligente pero rebelde, traumatizado por el divorcio de sus padres, el alejamiento de su padre y el nuevo matrimonio de su madre. Una excursión a Boston decidirá el futuro de todos ellos.

Aunque lo parece, esta vez el guion no es de Payne, sino de David Hemingson, un escritor de New Haven (Connecticut), que debuta en el cine tras una amplia experiencia televisiva. De hecho, aquí amplió una idea para un piloto de serie y la convirtió en una entrañable fábula navideña de supuestos perdedores, que aprenden a dejar prejuicios, a quererse como son, a madurar y a curarse las heridas que arrastran desde hace tiempo y les impiden volar. Esta sugerente perspectiva da alas a todos los actores –que se lucen en sus naturalísimas caracterizaciones, especialmente Paul Giamatti– y a la soberbia puesta en escena de Alexander Payne, siempre sustancial en su planificación, iluminación y progresión narrativa.

Se dosifican así las bellas pinceladas de vida real que van definiendo la evolución dramática de los personajes, inicialmente lacónica y aparentemente pesimista, pero enriquecida con la esperanza en la capacidad de bondad del ser humano y en el poder de la educación, el amor, la amistad, el cariño, la ternura, la paternidad, la maternidad, la filiación…, la familia. Siempre con un tono divertido, donde la sonrisa se impone sobre los rictus de dolor y angustia.

Jerónimo José Martín
@Jerojose2002

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