Este interesante documental es como un «Así se hizo» de una película que nunca llegó a hacerse. En efecto, Terry Gilliam quiso realizar una película muy personal sobre don Quijote. Hizo los preparativos, consiguió financiación y contrató a los actores Jean Rochefort, Johnny Depp y Vanessa Paradis, y la maquinaria se puso en marcha. La sede de operaciones estaba en Madrid, y los exteriores se rodarían en tierras manchegas. El equipo era europeo, y el director de producción era el español José Luis Escolar.
Después de una inversión económica enorme en preproducción, comienza el rodaje. Pero en la primera semana llegan los problemas: cae una granizada que se lleva los materiales por una torrentera, aviones militares hacen maniobras durante las tomas produciendo un ruido ensordecedor, y lo peor, al actor francés Rochefort, protagonista del film, le aparece una hernia que le impide seguir rodando.
Una lección de realismo para todos aquellos que tienen una imagen romántica de la dirección de cine. Como dice el ayudante de dirección de Terry Gilliam: «El hombre es frágil y por eso el cine es frágil».
Juan Orellana