El realizador colombiano, hijo del escritor Gabriel García Márquez, tiene una carrera consolidada como director de series norteamericanas: En tratamiento, A dos metros bajo tierra, Carnivale, Big Love y Los Soprano. A pesar del vistoso reparto, esta película es un verdadero despropósito, bastante peor que Cosas que diría con solo mirarla, Nueve vidas y Passengers; ninguna de ellas era una película lograda, pero tenía alguna trama o personaje valioso.
En su nueva película, García sigue con la estrategia ya muy gastada de mezclar a varios personajes traumatizados que terminan conectándose. En este caso, las relacionadas serán tres mujeres, una abogada de 30 años amargada que usa el sexo para hacer daño a los demás, una insoportable enfermera de 60 que muerde al que se acerca y una joven que no puede tener hijos y quiere adoptar. El guión caprichoso y efectista es, en el fondo, tramposo y manipulador.