Miguel Albaladejo se reveló con La primera noche de mi vida, que seguía una tradición muy española (los films de Tony Leblanc, Pepe Isbert y compañía) de comedia coral con tipos humanos bien perfilados. Los libros de Elvira Lindo sobre Manolito Gafotas conectan bien con su mundo. Sus andanzas, en la línea de El pequeño Nicolás de Goscinny y Sempé, destilan humor, ironía, ternura…
Manolito es un niño, conocido en el barrio madrileño de Carabanchel Alto como Gafotas. Vive en un exiguo piso con su madre, su padre camionero, siempre de viaje; el imbécil -el trasto de su hermano pequeño- y el abuelo, que está mal de la próstata. Las mates se empeñan en estropear el verano. Pero todos se confabulan para que el padre no sepa del suspenso.
Como ocurre siempre que existe un material previo de cierta popularidad, Albaladejo tenía ante sí un reto. Sale airoso. Acierta en el reparto, sobre todo en el difícil personaje de Manolito, al que da vida David Sánchez del Rey. Conserva la inevitable voz en off del niño en su justa medida, sin cansar. Urde situaciones divertidas y arranca con frecuencia la carcajada. Se equivoca en cambio en algunos detalles groseros, con los que quizá ha querido anotar su «naturalismo de barrio popular».
José María Aresté