Memorias de un zombie adolescente empieza como todas las historias de género, ya sea en serio (El amanecer de los muertos vivientes, 28 días después) o en broma (Zombieland), con una visión apocalíptica del mundo, ahora poblado por muertos vivientes y un puñado de humanos que luchan por sobrevivir. La novedad comienza con el narrador, un joven zombie que todavía conserva algo de humanidad. Su punto de vista marca la diferencia con las convencionales historias de muertos vivientes.
Esta película llega como una agradable sorpresa por varios motivos. En primer lugar por su frescura: se trata de una comedia original, diferente y con gracia. Es también una historia de zombies que se permite no repetir clichés y banalidades al uso; se atreve a se…
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