Directores y guionistas: Claude Nuridsany y Marie Pérennou. Intérpretes: Diversos insectos. 75 min.
Es mucho más que un documental; se trata propiamente de una obra artística que descubre el pequeño mundo vivo que hay bajo la hierba en un prado de la región francesa de Aveyron. Las cámaras penetran en intricados y menudos lugares recónditos, y muestran ese mundo ignorado como si el espectador, transformado en insecto, pudiera deambular por él. Se describe un día corriente de verano, pero que para el insecto ha tenido a veces carácter de odisea: cataclismos, tormentas, luz cegadora, calor tórrido, frío… y periodos de paz paradisíaca, de sueño y labor.
Es un gran poema, medido y rítmico, musical y lleno de color y misterio, que induce a la contemplación. Un canto a la belleza de la Creación, más bella por escondida. También es fruto de largos años de trabajo por parte de sus autores, que además de cineastas son biólogos.
Pedro Antonio Urbina