Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 64/15
Hace dos años –y después de dirigir Margot y la boda y Greenberg– el estadounidense Noah Baumbach presentaba una sencilla y simpática película –Frances Ha– que, en el fondo, contenía mucha de las claves de esta Mientras seamos jóvenes. En este caso, Baumbach, en vez de centrar su atención en una treinteañera que sufre el complejo de Peter Pan, se fija en una atractiva pareja en plena crisis de los cuarenta, que se deslumbra al conocer a un jovencísimo matrimonio que vive aparentemente al margen de convenciones y reglas sociales.
Con un inteligente sentido del humor, unos afilados diálogos y apoyándose en un cuarteto de actores muy solvente, Baumbach retrata una generación q…
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