Película distópica que imagina una ocupación alienígena completa de la Tierra para esquilmar sus recursos naturales. Una policía de corte orwelliano vigila los movimientos de los ciudadanos, que tienen implantado un chip, lo que no impide que exista un movimiento de insurgencia que pretende liberar al mundo de la tiranía.
Aunque visualmente sugestivo en bastantes pasajes, el film del antaño brillante Rupert Wyatt (El origen del planeta de los simios) resulta bastante obtuso a la hora de cruzar ideas que toma prestadas de 1984, La guerra de los mundos y La llegada. Sus personajes brillan por su indefinición, de modo que sus cuitas no interesan. Definitivamente Nación cautiva fracasa en su objetivo de cautivar al espectador.