Diario de una niñera cuenta en primera persona la aventura de Annie Braddock (Scarlett Johansson), brillante universitaria que se convierte en niñera de una familia rica de Manhattan. El diario tiene la forma de un estudio de campo antropológico, carrera que ha estudiado Annie, y comenta con aparente objetividad sus experiencias y descubrimientos: las reglas que gobiernan la moda, la comida, los negocios, la cultura, el ocio, etc. en el mundo de los ricos, y también lo vacías que están sus vidas.
La película comienza de una forma excelente: Annie visita el Museo de Historia Natural y comenta los dioramas de los nativos de clase alta de Nueva York. La cinta termina de la misma manera, mientras la niñera saca conclusiones de la experiencia vivida. El guión está basado en un libro escrito por dos universitarias neoyorquinas que ejercieron de niñeras para costearse los estudios y -se dice- narra situaciones reales vistas por ellas mismas. Con más o menos verosimilitud, la película (escrita y dirigida por el matrimonio Springer-Pulcini) ofrece una sátira exenta de acidez. El problema es que la cinta se queda a mitad de camino entre la comedia familiar y la comedia con trasfondo crítico para adultos, sin contentar a ninguno de los públicos potenciales. Todo es blando, discreto, amable, casi aséptico; la trama se desarrolla con demasiada facilidad hasta una conclusión abrupta y poco justificada que no encaja con lo visto hasta ese momento.