Desde que el veterano Jacques Cousteau rodara en 1964 aquel Mundo sin sol, premiado con el Oscar, los franceses parecen haber tomado gusto al documental de lujo, y en los últimos tiempos nos han presentado obras de primer orden, aspirantes o ganadoras del Oscar al mejor documental, como El viaje del emperador y Nómadas del viento.
Jacques Perrin y Jacques Cluzaud rodaron este último en 2003, y desde entonces han estado trabajando en Océanos, consiguiendo -y parecía imposible-, superarse a sí mismos tanto en espectacularidad como en interés.
Océanos es un superdocumental realizado con unos medios que ellos mismos habrían deseado poseer cuando empezaron a rodar las aves para Nómadas del viento. La calidad de los equipos ópticos y de los medios técnicos que les permiten moverse a sus anchas por el mar les ha permitido lograr unos planos insólitos, espectaculares e inolvidables, como la colosal batalla de cangrejos.
Océanos es un festival visual y sonoro -con una sinfonía compuesta por Bruno Coulais (Los chicos del coro)- realizado para inspirar y conmover. La voz del narrador se oye en contadas ocasiones, el mensaje lo dan esas imágenes que invitan a amar los mares y las criaturas que lo pueblan, y que parecen suplicar a los humanos que las cuiden.