El testamento de José María Díaz-Aguirre, empresario conservero cántabro, exige que sus herederos recuperen el Sardinete, primer pesquero de su flota, anclado en un puerto marroquí. Se ponen en marcha la viuda, Carmen, su hija Begoña, que se prepara para ir a trabajar a Estados Unidos, y Guillermo, el ex novio de Begoña, que quiere reconquistarla. En Marruecos descubrirán el gran secreto de José María.
Borja Cobeaga y Diego San José, autores de Ocho apellidos vascos, no quieren saber nada de esta película, aunque escribieron el primer borrador con un título diferente. Daniel Castro, único guionista que aparece en la ficha técnica, acumula tópicos sobre la alta burguesía española –sin hacer sangre–, sobre racismo e inmigración, sobre el mundo islámico y el choque cultural, etc. de un modo que recuerda a Perdiendo el Este, aunque mejor escrito. Se echa en falta la gracia y la sutileza de las películas anteriores a la hora de plantear situaciones. Sin embargo, el oficio del director y la entrega de los cuatro actores principales: Julián López, Elena Irureta, María Ramos Mouhoub y Michelle Jenner, consiguen salvar el naufragio. La película es ingenua, tiene gracia y se deja ver.