A Una paloma… le pasa lo que a muchos éxitos en festivales (esta película ganó el León de Oro en la pasada edición de Venecia): que deleitan a la crítica mientras el público huye de la sala. Sirva esto para avisar que todos los logros que subrayaré en las siguientes líneas no evitan que estemos ante una película minoritaria que requiere un cierto grado de cinefilia para disfrutarla.
El carismático cineasta sueco Roy Andersson termina con esta película su trilogía de la existencia. La cinta es una colección de 39 escenas, algunas ligadas entre sí y otras, auténticos versos sueltos, que muestran la banalidad y el vacío que paradójicamente envuelven muchas vidas. Los personajes centrales son dos hombres maduros, dos auténticos perdedores, que …
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