Director: Agnès Jaoui. Guión: Agnès Jaoui y Jean-Pierre Bacri. Intérpretes: Anne Alvaro, Jean-Pierre Bacri, Brigitte Catillon, Alain Chabat, Agnès Jaoui, Gérard Lanvin. 112 min. Adultos.
Castella (Jean-Pierre Bacri) es un empresario de provincias, rústico y nuevo rico, prototipo de self-made man. Su caprichosa mujer le aburre soberanamente, y su altivo vicedirector le desprecia. Un día, Castella conoce a una actriz que le introduce en un ambiente artístico que le es ajeno, y donde hará el ridículo. Esta situación novedosa hace que el mundo pequeño-burgués del empresario se tambalee, justo cuando está a punto de firmar el contrato de su vida. Mientras tanto, el chófer y el guardaespaldas del empresario -los dos, algo rudos- se disputan el amor de una camarera amiga de la actriz.
En esta inteligente opera prima sorprende la soltura con que la actriz, co-guionista y directora Agnès Jaoui maneja personajes, conflictos e inquietudes; la claridad de su exposición; el acierto en las transiciones; el sentido del ritmo… Con naturalidad y fluidez, Jaoui pone en relación diversos tipos humanos que, en condiciones normales, nunca entablarían amistad. Y, a través de esas relaciones, articula un análisis interesante de las perplejidades morales del hombre y la mujer actuales, así como de sus dificultades para cambiar de ambiente y de estilo de vida.
Agnès Jaoui procede del mundo del teatro, lo que facilita que sus personajes estén dotados de humanidad y verismo. Sin embargo, al retratar situaciones supuestamente normales, abre la puerta hacia mundos sórdidos, descritos a veces sin una clara perspectiva moral, aunque sin grosería. Jaoui no intenta escamotear la realidad, pero se da cuenta de que no hace falta cargar de tintas negras ni los personajes ni la pantalla. El desenlace, parcialmente abierto, deja lugar para la esperanza.
Fernando Gil-Delgado