El documental deportivo está en un momento curioso de saturación y excelencia. Las plataformas multiplican sus contenidos con este tipo hasta tal punto que, si no tienes al menos un documental, no existes. El largometraje Diego Maradona, de Asif Kapadia; la docuserie El último baile, de Jason Hehir, y Red Army. La guerra fría sobre el hielo, de Gabe Polsky, han impuesto un nivel altísimo en documentación y también en creatividad en la edición y el uso de la banda sonora.
Pelé se queda a mitad de camino, porque cuenta más bien poco. Se centra en los tres mundiales que ganó el jugador, y tampoco destaca especialmente por recrearlos con la épica y la lírica que tuvieron. Me temo que los directores británicos son demasiado primerizos; arriesgan poco y contextualizan menos todavía (tampoco costaba tanto entrevistar a Zidane, CR7, Maradona o Messi para que dijesen unas palabras).
Habrá que esperar a un nuevo intento. Pelé está en el Olimpo de los cuatro o cinco mejores de la historia del fútbol, y este documental no juega en esa liga.