Director y guionista: Tran Anh Hung. Intérpretes: Tran Nu Yen-Khe, Nguyen Nhu Quynh, Le Khanh, Ngo Quang Hai, Chu Hung, Tran Manh Cuong. 112 min. Jóvenes-adultos.
El verano. Calor agobiante, humedad, remolonear en la cama, pereza contagiosa… Tran Anh Hung, cineasta de la sensualidad, tiene una especial habilidad para capturar sensaciones y hacer que el espectador las viva. Con el tempo tranquilo que ya empleó en El olor de la papaya verde y Cyclo, cuenta una historia minimalista, de apariencia sencilla, en la que poco a poco se van desplegando los personajes y sus relaciones. La excusa para reunir a los cuatro hermanos protagonistas (tres mujeres y un varón) es el aniversario del fallecimiento de su madre, a la que van a rendir honras fúnebres.
Sutil y conmovedor se revela el director a la hora de dibujar el alma femenina, su entrega en el amor, sus deseos de dicha en el matrimonio. Influye en su búsqueda de la felicidad el recuerdo intachable del amor de sus padres. Pero la sombra de una duda puede proyectarse en sus propias vidas, pues el amor perfecto que se supone viven Suong y Khan con sus respectivos maridos también tiene sus fallas.
Tran Anh Hung huye de los caminos convencionales a la hora de narrar el amor y el dolor de sus personajes. Él acude a los silencios, las miradas, los planos sostenidos, más reveladores que las mil palabras huecas de un discurso farragoso. Cineasta contemplativo, no dice nada y lo dice todo.
José María Aresté