Clémence Collombet es una veterana política curtida como alcaldesa de una ciudad deprimida muy cercana a Paris. Convencida de que su trabajo es un servicio a los ciudadanos, se le presenta la posibilidad de convertirse en ministra y su jerarquía de valores empieza a temblar.
Hay que reconocerle al cine francés su capacidad de convertir en narrativa unas tramas, en principio, poco sencillas de adaptar. La complejidad de la vida interna de los partidos políticos o los conflictos psicológicos que puede provocar la ambición de poder parecen ser materia más de ensayo que de drama cinematográfico y, sin embargo, en esta película funcionan. Y funcionan precisamente como acercamiento dramático a una realidad que leemos casi a diario en los periódic…
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