Jaume Plensa, Premio Nacional de las Artes Plásticas en 2012, es todavía un desconocido para el gran público, a pesar de ser uno de nuestros artistas más internacionales. Sus obras de gran formato están diseminadas por todo el planeta, delimitando el paisaje en grandes urbes y en ubicaciones rurales.
El documental de Pedro Ballesteros, que gustará a interesados en el arte y la cultura, nos acerca a su figura y a su trabajo, al recorrer junto al artista los lugares en los que se encuentran sus creaciones. La cámara sigue a Plensa hasta Nueva York, Chicago, Madrid, Barcelona y otras ciudades, mientras conocemos las motivaciones y el pensamiento del hombre entusiasta y sencillo que parece ser.
El respeto por el espacio público y por las comunidades que lo habitan determina la búsqueda de la ubicación de cada escultura. El artista catalán cree firmemente que sus obras están hechas para estar en contacto con la gente y formar parte del panorama: “Les falta cariño a las esculturas en los museos, les falta amor; se van volviendo como ausentes, porque la gente no puede abrazarlas”. La Crown Fountain, una videoescultura instalada en el Millennium Park de Chicago, es un buen ejemplo de esa interactuación física con el público que persigue Plensa.
