El director polaco Michał Kondrat vuelve al documental con una cinta sobre un tema muy poco tratado en el cine: el Purgatorio. Y lo hace de la mano de neurólogos, teólogos, sacerdotes y religiosos, así como recurriendo a las visiones de ciertos místicos. Kondrat parte de una cuestión que siempre ha estado presente en la historia del hombre y de las religiones: ¿cuál es el destino del alma humana tras la muerte? En la película podemos toparnos con ciertas afirmaciones que debemos tomar como hipótesis más que como dogmas de la Iglesia.
Purgatorio introduce dramatizaciones de ficción para presentar personajes históricos, como la mística polaco-ucraniana Stefania Fula Horak, san Pío de Pietrelcina o san Estanislao Papczynski. Junto a estos personajes históricos, se incluyen otras recreaciones actuales, como la de una mujer maltratada que acude a la sepultura de su agresor para rezar por él. Además, el film afronta cuestiones como qué sucede con las almas de los suicidados y de los niños abortados. En fin, un cóctel interesante que toca muchos palos relacionados con el “más allá” desde una perspectiva cristiana, y que sin duda da qué pensar.