Más de setenta años después, la Segunda Guerra Mundial, sigue siendo una fuente inagotable de argumentos cinematográficos. Por razones obvias, el cine español ha sido casi siempre ajeno a esa temática. Pero hoy estamos ante una excepción, cuyo responsable es el cineasta Pablo Moreno, de sobra conocido por sus películas históricas Un Dios prohibido, Poveda o la reciente Luz de Soledad. Ahora ha vuelto a ponerse tras las cámaras para recrear la historia real de Helena Studler (1891-1944), una religiosa francesa, Hija de la Caridad, que en la Segunda Guerra Mundial trabajó para mejorar las condiciones de vida de los presos de guerra en la ciudad de Metz y alrededores, e incluso llegó a salvar a más de dos mil de ellos.
Assumpta Serna es la elegida para encarnar a esta heroica religiosa, dando vida al personaje con mucha potencia interpretativa, y tan pronto es capaz de transmitir a raudales la alegría de vivir, como su enfado y angustia ante la injusticia. La actriz encarna con mucha frescura y autenticidad a Helena Studler, que fue capaz de enfrentarse a los nazis únicamente por la fuerza de su fe y de su entrega a los más necesitados. No solo expuso su vida, sino que dejó de lado su precaria salud para dedicarse por entero a las víctimas de la guerra. El personaje de sor Helena está acompañado de un reparto coral, en el que destacan la superiora sor Luisa (Luisa Gavasa, premio Goya por La Novia), o el colaborador “Caja de clavos” (Roberto Chapu).
Pablo Moreno vuelve a demostrar lo que es capaz de hacer con presupuestos muy ajustados para películas de época. Más en este caso, dado el nivel de producción al que estamos acostumbrados en las ambientadas en la Segunda Guerra Mundial. Por poner un ejemplo clarificador: La casa de la esperanza (Niki Caro, 2017) que tocaba un tema parecido, costó 20 millones de dólares, mientras que para hacer Red de libertad no hubo más que medio millón. Y aunque eso se nota principalmente en un diseño de producción mucho más limitado y austero, no impide al director contar lo que quiere contar.
Sor Helena es una mujer que se pone de parte de los que sufren, de los que se han quedado en los márgenes de la historia, independientemente de sus nacionalidades, ideas políticas o convicciones religiosas. En este sentido, más allá de la peripecia argumental, Red de libertad es una película muy actual, pues señala la vocación de los cristianos en un mundo que deja innumerables “daños humanos colaterales”. El guion subraya la falta de conciencia de heroísmo de la protagonista: ella hace lo que tiene que hacer, lo que “no” tiene más remedio que hacer.
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