Tras muchas críticas al sistema de calificación de las películas cinematográficas, la Motion Picture Association of America (MPAA), ha decidido reformar el modelo de evaluación de películas que se encuentra en vigor desde 1990. El nuevo sistema de calificación es “una ayuda para los padres para que puedan tomar las mejores decisiones sobre qué películas son apropiadas para sus hijos” anunció, el director de MPAA, el ex senador Christopher Dodd. El comité de evaluación de los largometrajes lo forman 12 padres –6 hombres y 6 mujeres– que a la hora de ser contratados deben tener algún hijo con edades comprendidas entre los 5 y los 15 años. Son contratados para 7 años.
Esta reforma trata de dar a los padres una información más rápida y detallada sobre aspectos como el sexo y el lenguaje de la película. Otra de las cuestiones fundamentales a reformar era el tratamiento de la violencia ya que preocupa la influencia del cine en el aumento de violencia en la vida real. Las nuevas calificaciones, por petición expresa de la Casa Blanca, incluirán un apartado específico (que el sistema anterior no contemplaba) sobre la violencia que la película muestra para que los padres puedan considerar si es o no aconsejable para sus hijos. Paul Schneider, presidente del departamento de cine y televisión en la Universidad de Boston, advierte que “las calificaciones siempre se han centrado en la sexualidad y el lenguaje y han sido muy, muy suave sobre la violencia”.
A la hora de informar sobre estos tres aspectos (violencia, lenguaje y sexo) habrá unas letras en grande que muestren el nivel de contenido de cada uno de ellos.