Peculiar remake de Shutter, uno de la películas más taquilleras del cine tailandés, cuyo único “defecto” fue ser excesivamente local. La nueva versión, de la mano de los productores de El Grito y The Ring, tenía el objetivo de hacerla más universal, es decir, atractiva para los públicos japonés y norteamericano. Los protagonistas son actores norteamericanos curtidos en series populares; la ambientación es japonesa, al igual que el director Ochiai, que maneja con eficacia los recursos del terror clásico nipón: almacenes, goteras, ruidos, reflejos… y mueve a la protagonista por un Tokio que la angustia, muy bien retratado por otro japonés, el gran Katsumi Yanagijima, director de fotografía de muchas de las obras mayores de Kitano como Dolls, El verano de Kikujiro y Zatoichi.
Considerada como una convencional y discreta película de género, resulta entretenida esta historia de la accidentada luna de miel japonesa de un fotógrafo de modas que ya conocía el país y quiere mostrarlo a su esposa. Un extraño atropello en una excursión cambiará la vida de los recién casados.
Destacan las secuencias en las que la mujer deambula por Tokio, perdida en un mundo extraño. También resulta sugestivo el tema de las fotos de fantasmas, recurso audiovisual eficaz, aunque ya muy usado.