Segundo largometraje de una joven directora y guionista que acumula premios y buenas recepciones de público y crítica en festivales (Cannes, Deauville, Valladolid). Zhao, nacida en Pekín hace 36 años, retrata la vida cotidiana de personajes contemporáneos, sencillos y honestos, arraigados en el Far West.
En el rodaje de Songs My Brothers Taught Me (2015), localizada en una reserva india de Dakota del Sur, Zhao conoció a Brady Jandreu, un cowboy sioux, jinete de rodeo y entrenador de caballos. Jandreu sufrió una caída mientras montaba. El accidente hizo que cambiaran cosas en su vida. Y eso, sustancialmente, es lo que cuenta The Rider.
Zhao ha hecho casting con Jandreu y su familia, convirtiéndoles en actores que en cierto modo hacen de sí mismos. The Rider no encaja en lo que se suele llamar documental de creación. Y tampoco es otra película con actores no profesionales. Zhao fusiona recursos de un modo original e inteligente y, en la toma de decisiones (guion, fotografía, montaje, diseño de producción), se nota que ha asimilado buen cine de autor.
El interés apasionado de la directora china por el Viejo Oeste (curioso en una mujer nacida en 1982 que crece en China hasta que los padres la envían a estudiar bachillerato en un internado británico) le permite radiografiar al americano que vive en el corazón geográfico de los Estados Unidos, las Badlands de Dakota del Sur en las que Terrence Malick rodó su impresionante ópera prima, estrenada en 1973.
