Woody Allen vuelve a ponerse delante de las cámaras interpretando a su clásico personaje. Como siempre, se trata de una película coral, con muchas tramas amorosas, pero con un tono menos cínico que otras veces, aunque tremendamente irónico, hedonista e incidentalmente soez.
Roma es la ciudad elegida como telón de fondo para esta comedia ligera, que habla del amor, del arte y de telebasura en términos tan volátiles como entrañables. En elenco contamos, entre otras, con la presencia resultona de Penélope Cruz, de Alec Baldwin, que hace la función de coro o conciencia de uno de los personajes —algo ya usado por Allen en otras ocasiones—, de Ellen Page (Juno), que se confirma como una excelente actriz, y un siempre desbordante e hiperbólico Roberto Benigni, que protagoniza la trama más surrealista e hilarante del filme.