School Rock Band cuenta la historia de Will Burton, acomplejado y solitario adolescente que se ha fabricado un mundo propio donde sólo tienen cabida la música, David Bowie -al que escribe e-mails a diario, aunque Bowie nunca le ha respondido-, y su madre.
La historia comienza cuando Will y su madre se mudan a New Jersey y en su nuevo instituto, donde la pasión es la música, contra todo pronóstico se hace amigo de Charlotte Banks, antigua vocalista del grupo del instituto, y también de su compañera de clase, la solitaria y silenciosa Sa5m -el cinco, dice ella, no se pronuncia-. Un concurso musical les unirá especialmente.
School Rock Band se podría considerar una más de esas comedias musicales como las historias de Hanna Montana, o High School Musical, cuya protagonista encarna a Sa5m. Sin embargo, a pesar de compartir estrella y estructura, se trata de una película original, con indudable personalidad y encanto.
Los personajes están bien perfilados y escapan al estereotipo. Por otra parte, el guión juega deliberadamente con los tópicos del género y se ríe de ellos, muestra que la vida real puede ser igual de divertida, quita importancia a lo que no la tiene, y trata con seriedad los temas que aborda: familia, soledad, amistad, superación.
Muchos guiños en un guión inteligente, a ratos nostálgico, trufado de referencias musicales que atraerá por igual a jóvenes y adultos. No es una película rompedora ni una revelación, pero sí una obra dotada de gran encanto, con algunas momentos musicales de buen nivel.