En su primera aventura Shrek rescató a una princesa; en la segunda salvó el reino de sus suegros; en la tercera se convirtió en un amable padre de familia y parecía que se acababa la inventiva. Tras nueve años de éxito y casi 1.900 millones de dólares de recaudación, las aventuras del ogro supusieron una divertida ruptura de moldes, con un humor desenfadado en la relectura iconoclasta de fábulas clásicas.
Dreamworks cierra la serie con un digno colofón, en formato 3D, que plantea un oportuno regreso a los orígenes, en un momento en que el héroe parecía haber perdido gancho, y lo hace sin abandonar las cualidades que le dieron fama.
Shrek, convertido en un buen burgués, se siente atrapado por la monotonía del hogar y sueña con aquella libert…
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