Checoslovaquia, comienzos de la década de 1980. Dos jóvenes, Michal y Juraj, que acaban de ingresar en el seminario sacerdotal de Bratislava, comprueban pronto que el régimen comunista intenta controlar a la Iglesia católica, que por este motivo se encuentra dividida entre los sacerdotes que cooperan con las autoridades, reunidos en la asociación Pacem in Terris (existió de 1971 a 1989), y los críticos con el régimen, que mantienen el contacto con el Vaticano y también con medios occidentales. Los seminaristas se verán obligados a decidir entre mantenerse fieles a su vocación y ceder a las presiones.
La película, en un blanco y negro que subraya los contrastes, y en formato 4×3, se caracteriza por su austeridad y laconismo. La frialdad del mármol y, por ejemplo, de las paredes, refleja la guerra fría de esos años. Por otro lado, el opresivo ambiente se trasluce en una narración fragmentaria, que a veces dificulta el acceso al espectador. El director de fotografía Juraj Chlpik ofrece imágenes desde ángulos inusuales. A pesar de los mínimos diálogos, los protagonistas consiguen describir dos personalidades muy diferenciadas y se apartan de los clichés.