Tras Lazos ardientes y la trilogía de Matrix, los hermanos Andy y Larry Wachowski llevan al cine la popular serie japonesa de dibujos animados Mach Go Go Go, titulada en Estados Unidos Speed Racer y en España, Meteoro. Creada en 1967 por Tatsuo Yoshida, a partir de sus propios mangas (comics), su acción se desarrolla en un abigarrado mundo retrofuturista, de estética sesentera. En él son muy populares unas carreras de coches por diversos países, en las que están permitidos los choques ofensivos y defensivos. Los vehículos llevan sofisticados complementos con que pueden alcanzar velocidades asombrosas y hasta saltar.
En ese ambiente electrizante ha vivido desde niño Speed Racer, un temerario piloto adolescente, con muchas de las sobresalientes cualidades de su hermano Rex Racer, que murió hace años en extrañas circunstancias. Speed corre en el impresionante bólido Match 5, diseñado por su padre y su divertido mecánico. La situación se complica cuando Speed rechaza la oferta del millonario y corrupto Royalton, dueño de una escudería. Entonces, Speed recibe ayuda de X Racer, un misterioso piloto enmascarado.
Los Wachowski se mantienen fieles a la serie original a través de una planificación muy agresiva y de un impactante despliegue de efectos visuales, con el que recrean un mundo casi enteramente virtual y psicodélico. Cuesta aceptar esta arriesgada estética, que a muchos parecerá kitsch. Pero, si uno asume este singular cóctel de animación y acción real, disfrutará de lo lindo, pues la trama es entretenida, con numerosas secuencias muy espectaculares. Varias subtramas dramáticas y cómicas bien entrelazadas dotan de entidad a los personajes, todos ellos muy bien interpretados por unos actores de primera fila, que se han tomado en serio esta incursión de los Wachowski en el cine familiar
