Son solo un par de días en torno a la Navidad en el castillo de Sandringham, en Norfolk. Diana Spencer (Lady Di) debería disfrutar de las fiestas con su familia y, sin embargo, la vemos sola, triste, amargada y asfixiada por la etiqueta. Está claro que ella no está en su lugar, es un elemento extraño, incomprendido. Sufre y no tiene donde acudir. Está obligada a representar una comedia todo el tiempo porque todo el tiempo es observada.
Spencer es una película muy bella, la fotografía es magnífica y también lo fotografiado: palacios, salones, gente elegante… Kristen Stewart realiza, probablemente, su mejor trabajo hasta la fecha y crea una gran composición de la princesa. Las melodías refuerzan las imágenes creando una corriente de simpatía por la trágica suerte de la princesa. Lo que no significa que lo que cuenta sea lo que ocurrió. Se trata de “una fábula sobre una tragedia real”, una película “basada en hechos reales”.