Director: John Madden. Guión: Jeremy Brock. Intérpretes: Judi Dench, Billy Connolly, Geoffrey Palmer, Antony Sher, Gerard Butler, Richard Pasco. 103 min. Jóvenes-adultos.
Profesor de arte dramático, director teatral, realizador televisivo, John Madden (Ethan Frome, Golden Gate) repite con Su Majestad Mrs. Brown una de las tradicionales características del cine británico: la recreación histórica. 1804: la Corte y el Gobierno están preocupados, tras la muerte del Príncipe Alberto, por la depresión y tristeza de la reina Victoria, que se niega a cumplir sus obligaciones públicas. Su popularidad decrece, y hasta se habla de abolir la monarquía. El secretario personal de la reina llama a John Brown, leal escocés de Balmoral, para que pasee a caballo a la reina, pensando que le hará bien.
Con la llegada de Brown a la Corte comienza una curiosa historia: no respeta el protocolo, y pronto se convierte en el compañero más íntimo de la reina; ésta, feliz y alegre, sigue apartada de la vida pública. Rumores de una aventura entre los dos comienzan a escandalizar a la alta sociedad, y parece inevitable una crisis en el seno de la Monarquía y en el Gobierno. Pero está Disraeli en él…
Todo es perfecto en su orden: un trabajo de Judi Dench como reina Victoria, que le ha merecido el Globo de Oro y el Premio BAFTA a la mejor interpretación femenina, y estar entre las candidatas al Oscar; los demás actores -gracias a sus bien perfilados personajes- están también espléndidos; una fotografía admirable: palacios, decoración, vestuario, jardines, otros interiores de época… Música… El relato, a través de un guión muy bien construido, se sigue con interés y emoción. No hay un borrón ni un fallo; pero no añade una pulgada a la línea de la creación cinematográfica ni una onza a su peso. Sin embargo, todo en Su Majestad Mrs. Brown es típicamente perfecto.
Pedro Antonio Urbina