Jennifer López interpreta a Marisa Ventura, madre soltera que trabaja en los servicios de limpieza de un gran hotel de Nueva York. Empleada ejemplar e inteligente, sueña con mejorar su posición, e incluso llegar a ser gerente de hotel. Un día, mientras está ordenando la habitación de una riquísima y horrible huésped, se deja llevar por la fantasía y se prueba uno de sus lujosos atuendos. Por casualidad, en ese momento aparece el candidato a senador Chris Marshall (Ralph Fiennes), quien inmediatamente queda prendado de ella, sin pensar que es una simple mujer de la limpieza.
Estamos ante una moderna versión del cuento de La Cenicienta -no es princesa, pero estamos en una democracia- que, dirigida por Wayne Wang (El Club de la Buena Estrella, Smoke, La caja china, A cualquier otro lugar), se convierte en algo digno de verse. Baste decir que hasta funciona una pareja tan improbable como Jennifer López y Ralph Fiennes. También cabe señalar que junto a una trama principal correctísima, presidida por la pareja protagonista, hay un gran plantel de secundarios que recuerdan los grandes momentos de la comedia clásica. Queda así un simple entretenimiento, sin pretensiones, que merece la pena.