Director: Bryan Singer. Guión: Michael Dougherty y Dan Harris. Intérpretes: Brandon Routh, Kevin Spacey, Kate Bosworth, Frank Langella. 154 min. Jóvenes. (VS)
Responsable de las taquilleras «X-Men» y «X-Men 2», Bryan Singer renunció a la tercera entrega –«X-Men: Destino final»– para dirigir la esperada vuelta de «Superman» al cine, después de más de una década de intentos fallidos.
Consciente de la situación, Singer acierta al elegir como protagonista a un actor desconocido, Brandon Routh, de rasgos físicos parecidos a los de Christopher Reeve, que dio vida a Superman en las cuatro películas que se rodaron entre 1978 y 1987. La historia también sigue el hilo narrativo de esas versiones fílmicas, sobre todo de las dos primeras. Así, en una combinación de acción y romanticismo, se narran las aventuras de Clark Kent en su vuelta a la Tierra tras cinco años de ausencia. Lois Lane ha rehecho su vida con otro hombre y el siniestro Lex Luthor ha salido de la cárcel y planea una nueva maldad.
La película arranca bien, en parte por sus homenajes a los films anteriores y al famoso tema musical de John Williams. También es acertado el recuerdo del origen de Superman, con una nueva aparición de su padre -un Marlon Brando que está sin estar- y diversas alusiones verbales y visuales al Mesías cristiano. Tras este arranque, con momentos dramáticos interesantes y escenas de acción conseguidas -como el rescate de un avión en caída libre-, la historia pierde fuerza y ritmo, y se regodea demasiado en la subtrama sentimental, que esta vez no da para mucho. Las interpretaciones son discretas, sobre todo comparadas con las de los actores anteriores de la saga.
Eso sí, esta superproducción -una de las más costosas de la historia- cuenta con lo último en tecnología y efectos especiales. E incluso hay una versión para cines Imax, con 20 minutos de secuencias en este formato.
Sofía López