El actor y director Gérard Jugnot, que adquirió fama internacional como actor en «Los chicos del coro», dirige y protagoniza una adaptación de «Boudu, salvado de las aguas», una de las inmortales cintas de Jean Renoir, estrenada en 1932, que trata de un vagabundo que es rescatado de las aguas del río por un burgués de vida mediocre que le acoge en su casa temporalmente. La instintiva brutalidad de Boudu, que en la cinta de Renoir favorece una lectura política de índole anarquista y anticapitalista, aquí se convierte en un burdo alegato a favor del hedonismo más superficial.
Aunque el actor Gérard Depardieu es idóneo, desde el punto de vista físico, para suceder al gran Michel Simon de la película de Renoir, el hecho es que los diálogos y situaciones del actual guión empobrecen mucho al personaje, y el film se torna mucho más plano y tosco que su original. Esta comedia de tono amoral viene a decir que más vale renunciar a principios y códigos éticos, y vivir el día a día con nuestras apetencias inmediatas como único criterio. Ciertamente la cinta es hilarante, pero casi tanto como irritante.
Juan Orellana