Steve Miner (Eternamente joven, Mandíbulas) describe en Texas Rangers la creación en 1875 del famoso cuerpo policial. El guión se basa en las memorias de sus fundadores, y relata sus esfuerzos para organizar a los variopintos voluntarios y sus luchas contra los ladrones de ganado que operaban en la frontera con México.
El guión dosifica bien las pequeñas tragedias de cada personaje y las grandes escenas de batallas, unas y otras bien interpretadas y rodadas con notable vigor visual y dramático. Además, se desarrollan ciertas reflexiones interesantes sobre el valor de la ley y el sinsentido de la venganza. Todo ello, expuesto con un violento tono hiperrealista, pero sin concesiones morbosas ni groseras. Mucho menos interés tiene la insistente banda sonora de Trevor Rabin y el reiterado recurso a un humor grotesco. Queda, en fin, un western irregular, pero correcto, que no defraudará a los aficionados al género.
Jerónimo José Martín